La palabra “egoísmo” es muy mal percibida por la mayoría, siempre que nos referimos a alguien como “egoísta” lo hacemos en un tono de desaprobación pero, ¿por qué?
Creo que ser egoísta es muy sano y contrario a lo que se cree, pensar en los demás antes que en mí me impide lograr ser la mejor versión de mí mismo(a); al negar mis deseos por satisfacer los de alguien más me frustro, me enojo y termino renegando de estas emociones con sentimientos de culpa ya que no es lo que se supone “debe ser o hacer” una buena persona.
El tratar de complacer a los demás, el atender las necesidades de otros antes que las mías me hace creer inconscientemente que mis necesidades no son importantes, que siempre debo ir después, y es donde mi autoestima se va al piso.
Pero la sociedad y la religión nos han programado para pensar que ser egoísta es malo, es pecado.
La Real Academia Española nos muestra la siguiente definición de egoísmo (fuente):
Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
Acaso ¿sentir un amor inmoderado o excesivo hacia uno mismo es malo? No lo creo. Y desde el punto de vista religioso, si sigo el principio bíblico de que ame a mi prójimo como a mí mismo, esto significará que también amaré excesiva y desmedidamente a mi prójimo ¿qué tendría esto de malo?
La última parte de la definición de egoísmo “…sin cuidar del de los demás.” creo que no necesitamos conscientemente preocuparnos por esto ya que el resultado inevitable de un sano egoísmo siempre beneficia al otro ¿cómo es esto? Pondré un ejemplo de lo que siempre digo cuando hablo de la importancia de la protección al medio ambiente:
Yo reciclo y busco no dañar el medio ambiente, pero ¡ni se te ocurra pensar que lo hago porque soy muy buena persona o porque es lo que se debe hacer!, si lo hiciera por éstas razones lo haría por obligación, por quedar bien con los demás, para verme bien ante los demás. La razón detrás de lo que hago es lo bien que me hace sentir a MI el hacerlo -porque soy muy, pero muy egoísta-, sin embargo, sin siquiera proponérmelo el beneficio no es sólo mío; yo me siento bien al hacerlo y nuestro planeta se beneficia.
No sé si me expliqué… siempre que pienso primero en mí, inevitablemente todos a mi alrededor se benefician.
Porque en la medida que ame a mí mismo(a) seré capaz de amar a los demás, así que, ¡te invito a que seas muy pero muy egoísta, lo más que puedas!
No sábes lo mucho que me ayudo leer este post …… Gracias
¡Me da muchísimo gusto que te haya ayudado! Gracias por tomarte el tiempo de leer 🙂